La contabilidad a la veneciana.
El primer autor del que tenemos noticia que estableció claramente el uso
del método de la partida doble fue Benedetto
Cotrugli (en eslavo, Kotruljevic) Raugeo, nacido en la
actual Dubrovnik en Croacia, entonces una ciudad
comercial adriática del área de influencia veneciana, llamada Ragusa.
Cotrugli residió en Nápoles gran parte de su
vida, y fue comerciante y consejero de Fernando
I de Aragón. Su obra Della Mercature e del Mercante Perffeto fue
escrita en 1458. De forma casi incidental, dedica uno de sus capítulos al modo
de llevar las cuentas mencionando distintos libros: El Memorial, el Diario y el
Mayor, al que denomina Quaderno. Enumera también algunas reglas
generales para contabilizar las operaciones comerciales, pero en conjunto las
referencias del Raugeo a la contabilidad del comerciante son incompletas.
El libro de Cotrugli tardó casi ciento quince años en ser llevado a la
imprenta, lo que, unido al carácter incompleto de su exposición, impide que
pueda adjudicar a su autor en la historia de la contabilidad un papel
comparable al de Luca Pacioli. El trabajo de este último fue impreso y conocido
muchos años antes, aunque escrito con posterioridad al del Raugeo.
Francesco Villa
La Escuela Lombarda de Francesco Villa, que aborda la
elaboración de teorías más o menos científicas, distinguiendo entre la técnica
y la ciencia y elaborando un conjunto de principios económico-administrativos.
Francesco Villa. Nacido en Milán en 1801, ha sido considerado el padre
de la moderna contabilidad italiana. Efectivamente, su magna obra “Elementi di
amministrazione e contabilitá”, aparecida en Pavía en 1850, puede considerarse
el punto de partida de una nueva concepción de la contabilidad, sobre bases
completamente distintas a las anteriores. La mecánica de la teneduría de libros
es, para este autor, un simple instrumento utilizado por la contabilidad,
ciencia de Contenido y ambiciones mucho más amplios, que se integra como parte
fundamental en el complejo organizativo de la empresa. Los “Elementi” de Villa
se dividen en tres partes, cuya enumeración ya nos permite calibrar la
“modernidad” de su autor: Conceptos económico-administrativos, De la Teneduría
de libros y de sus aplicaciones más usuales, y finalmente Organización
administrativa y revisión de cuentas. En sus “Elementi”, Villa desarrolló un
estudio sistemático y profundo de la empresa desde el punto de vista de la
organización, la división del trabajo, los objetivos perseguidos, y los
principios administrativos que deben orientar la manera de llevar los libros.
Publicó el autor milanés muchas otras obras, no sólo sobre temas contables.
Murió en el año 1884.
La escuela Toscana. Marchi, Cerboni y Rossi
En el año 1867 apareció en Prato una obra que había de hacer célebre a su
autor, Francesco Marchi (1822-1917). En ella se atacaba duramente a la doctrina
de la escuela cincocuentista, seguidora del método de Degranges, que durante
más de medio siglo había dominado la escena de los estudios de teoría contable
en Europa.
Desde el punto de vista de Marchi son cuatro las clases de personas
interesadas en la vida de la empresa: el administrador, el propietario, los
consignatarios y los corresponsales. Las cuentas se dividen en dos grupos: las
de propietario, por un lado, y las cuentas que deben abrirse a los
consignatarios y corresponsales, por otro. Después de Marchi apareció gran
número de autores que configuraron la escuela toscana. Entre todos ellos
descolló Giuseppe Cerboni.
[editar]La Escuela Personalista de Giuseppe Cerboni
En su obra "Primi saggi di logismografia", proponía un nuevo
sistema contable. La logismografía está emparentada con la doctrina de la
personificación de las cuentas, pero visto desde un punto de vista jurídico, en
la que el hecho contable crea una relación contable entre personas, naturales o
jurídicas que se anota, utilizando una cuenta para cada una de las personas
implicadas. Según Cerboni, la contabilidad debe contemplar, antes que la
actividad económica de la empresa, los actos de sus órganos administrativos,
con el objeto de ejercer un control sobre ellos.
Fabio Besta
El impulsor de la escuela veneciana, Fabio Besta, La Escuela
Controlista de Fabio Besta, define el patrimonio como un conjunto de bienes
o fondo de valores, analizándolo desde el punto de vista económico y las
cuentas son los medios de representación de los elementos que componen el
patrimonio.
Para Besta, la contabilidad aspira a ser la ciencia del control
económico. La contabilidad debe encaminarse a la medición del patrimonio económico
que a su vez no tiene porqué coincidir con el concepto jurídico del patrimonio.
La Escuela de Economía Hacendal, de Gino Zappa
Zappa opina que la finalidad de la unidad económica es obtener rédito y
que toda la problemática contable debe quedar subordinada a la determinación
del mismo.
Escuela Patrimonialista de Vicenzo Masi
Sostiene que el objeto de la investigación contable es el patrimonio
considerado en su aspecto estático y dinámico, cualitativo y cuantitativo y que
su fin es el gobierno oportuno, prudente y conveniente de tal patrimonio.
Vincenzo Masi (1956)
Creador de la escuela patrimonialista fue quien
configuró finalmente los alcances del paradigma de beneficio económico, al
señalar que “la contabilidad tiene por objeto el estudio de los fenómenos
patrimoniales, sus manifestaciones y su comportamiento y trata de
disciplinarlos con relación a determinado patrimonio de empresa. De acuerdo con
este paradigma las generalizaciones simbólicas se basan en los conceptos de renta
y valor para la medición del patrimonio, la partida doble evolucionada a una
dualidad de la empresa en marcha se constituye en el patrón metodológico de
medición, las técnicas y procedimientos se seleccionan en función a su
correlación y uniformidad con los conceptos fundamentales, y el sistema
contable refleja adecuadamente la realidad económica (verdad económica) y
suministra uni-direccionalmente la información suficiente a los usuarios
potenciales. Como valores compartidos se encuentran la búsqueda de la verdad
económica: el cálculo del beneficio y de la situación patrimonial, sin importar
quien la recibe y por qué. Ejemplares: aparece un nuevo conformante financiero,
el patrimonio, por tanto la mejor medición y representación posible de la
situación patrimonial y del beneficio fueron fines de la regulación Contable.
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